sábado, 22 de octubre de 2011

UN ESTILO DE VIDA


“Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir” A lo largo de mi vida Dios se ha encargado de encontrarme con las personas indicadas, en el lugar y en momento indicado. Primero me puso enfrente de una terapeuta y una nutrióloga, después cuando inicié con este proceso, muchas personas se fueron acercando a mí; de cada una tomé lo que servía y lo que no lo deseché.
Entre todas esas personas, tengo otra compañera de trabajo y digo “otra” por que me la he pasado escribiendo sobre mis compañeras del trabajo. La idea es que un día le platique que estaba a dieta entonces me pidió que le contara sobre lo que podía y no podía comer.
Cuando le platicaba sobre las verduras, la fruta, las carnes, la soya y todos los alimentos que podía ingerir me di cuenta que ella de manera muy natural me daba algún tip sobre como preparar los alimentos y tuvieran mejor presentación de tal forma que me agradaran más. Platiqué con Alejandra sobre la comida vegetariana y como se puede disfrutar una dieta.
El jueves que fui con mi terapeuta, entre en crisis por que me había dado cuenta de que hacia las cosas solo por que las tenía que hacer y había olvidado una parte muy importante: tenia que disfrutarlas. En palabras de mi terapeuta:
-Chuy, eres un robot al que cualquier persona puede llegar, programar y decirle que hacer.
Me sentía mal por que sabía que era cierto, y lo peor del caso era que muy dentro de mí, sabia que mi nueva forma de alimentación iba hacia el mismo destino. Mi dieta se estaba convirtiendo en una acción programada. Cuando le externe esto a mi terapeuta ella me respondió:
-Se trata de lo disfrutes. Chuy, mi vida es una constante dieta.
Entonces vino a mi mente la plática con mi compañera del trabajo. Ella era el modelo a seguir. Ella realmente disfrutaba su alimentación y lo hacia un estilo de vida. Para ella preparar una ensalada, una sopa o un pastel era todo un arte en el cual podía combinar, nutrición, sabor y presentación. Hoy mi reflexión se orienta a que no podemos andar por la vida haciendo dietas, más bien se trata de hacer de esa dieta un estilo de vida.
Un estilo de vida que incluya una buena alimentación y actividad física. Pero no solo la debemos incluir, es de suma importancia la segunda parte: disfrutarla. Consideró que esa es la clave del éxito para lograr el peso ideal. No se trata solo de comerte un kilo de lechuga como vaca, se trata de hacer una ensalada con lechuga, tomate, jamón en cuadritos, aderezo light y toda la imaginación que tú le puedas agregar. No se trata de ir a nadar y darle 20 vueltas a la alberca, se trata de ir y sentir como te mueves debajo del agua, sentir como tus pulmones se llenan de aire o como el agua da un suave masaje a todo tu cuerpo. Se trata de disfrutar la vida y hacer de esto un nuevo estilo de vida.
Entre la crisis de esa semana y la dieta que esta vez, para la hora de la comida, incluía un caldo de verduras además de ensalada verde y algún tipo de carne y por supuesto SIN TORTILA, los resultados fueron los siguientes:
Peso: 125 kilos
Estatura: 177 cm
Brazo: 38 cm
Cintura: 124 cm  
De nuevo cuatro kilos, un centímetro de brazo y tres de cintura. En la siguiente entrada sobre mis crisis del día siguiente a los tacos.

BENDICIONES PARA TODOS.

1 comentario:

  1. Muy bien Chuy, me encanta como vas narrando las cosas que luego pasan a muchos, felicidades, el que estes cambiando tu estilo de vida para mejorar tu calidad de vida es genial, eres una persona muy valiente al hacer lo que haces.

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